ENCE confirma su "tranquilidad y confianza" sobre su proyecto papelero en Uruguay y rechaza la polémica política
Según fuentes de la compañía consultadas por Europa Press, la 'polémica' política es un aspecto que está fuera de lugar y que no entran a valorar, puesto que, "como inversores que llegaron a Uruguay hace casi 15 años", su única preocupación es el desarrollo forestal y maderero y ahora su proyecto de construcción de esta planta que cuenta "con el apoyo total de las autoridades uruguayas y los distintos sectores tanto económicos como sociales del país".
Así, y según las mismas fuentes, "en Uruguay se tienen muy claros los beneficios tanto sociales como económicos del proyecto", así como el control en el desarrollo de la producción de esta fábrica, de tal manera que se valora positivamente porque se tiene asumido que "no va a haber ningún impacto negativo en el funcionamiento de la fábrica".
Respecto a la postura contraria de Argentina a este proyecto, ENCE considera que esa actitud "es curiosa", porque éste "no es un proyecto binacional", sino que se desarrollará en Uruguay "exclusivamente". A su juicio, "quien ha querido darle un caracter binacional al asunto es por otras intenciones que, ENCE, como empresa, no valora". Incluso Paraguay ha tomado partido y considera que éste es un asunto "de toda la región" que debería dirimirse a través de Mercosur, según declaró ayer mismo el propio presidente del país, Nicanor Duarte.
"Desde el minuto uno esta polémica ha sido exagerada", apuntaron estas fuentes. La población más cercana a esta fábrica estará a más de 30 kilómetros de distancia de la fábrica, por lo que los impactos serán, en este sentido, "rigurosamente cero", es decir, "es imposible que ese impacto negativo se produzca", ya que las medidas medioambientales están muy controladas.
Sí es cierto que el Río Uruguay, donde se ubicará la fábrica, "tiene un carácter binacional" y por tanto existe una Comisión administradora de este río, pero "la tranquilidad para ENCE radica en que en la tramitación de los permisos y los procedimientos hemos sido muy escrupulosos y se han cumplido estrictamente todos y cada uno de los requisitos que se piden para este tipo de proyectos", señalan desde la compañía.
Según ENCE, "no hay ningún elemento que nos preocupe a nivel técnico-científico o empresarial", pero sí preocupa "la utilización política que se ha hecho del proyecto". En su opinión, el país vecino, que no tiene nada que ver en la iniciativa, "ve de repente una oportunidad de poder utilizar políticamente el asunto, en momentos electorales oportunos y con unos intereses que sobrepasan el aspecto empresarial", afirman.
MEDIDAS DE PRESIÓN ILEGALES
Respecto a las protestas y los cortes de pasos fronterizos y puentes entre ambos países, las mismas fuentes señalaron que se trata de "medidas ilegales", porque se están entorpeciendo comunicaciones internacionales afectando al movimiento de mercancías y personas, pero "lo que más preocupa es que esto se hace con la convivencia y la mirada hacia otro lado de las autoridades locales que, incluso, al inicio lo animaban y jaleaban, y que a estas alturas no son capaces de evitar".
Sin entrar a valorar las razones sino "sólo los hechos", ENCE considera que este tipo de acciones "no deberían consentirse", porque estos cortes provocan ya claramente "un conflicto internacional", en relación a un asunto que debería estar "ajeno a todo eso".
En referencia a un video transmitido esta misma semana por una televisión local argentina, Canal 9, en el que directivos de Botnia ofrecían sobornos a miembros de la Asamblea Ambiental de Fray Bentos, ENCE considera que "no tiene nada que opinar" en relación a ese asunto, pero sí puntualiza que el Grupo español "cumple rigurosa y escrupulosamente los márgenes legales" y no ha entrado, "ni entra ni entrará" a realizar ninguna acción "que suponga una merma en su ética profesional y las normales prácticas empresariales".
Finalmente, estas fuentes confirmaron que la 'agenda' del proyecto, que está previsto finalizar durante el primer semestre de 2008 "continúa sin alteraciones" y el programa de trabajo "sigue su curso", pese a las peticiones de las autoridades argentinas de detener temporalmente, --por un periodo de tres meses--, el proyecto, y puesto que "no ha habido ninguna petición formal a la empresa por parte de las autoridades competentes en el país del proyecto", es decir, las uruguayas.
"Evidentemente nos preocupa toda esta situación, porque no es favorable para el normal desarrollo de nuestra actividad industrial, pero la empresa se sitúa al margen de toda esta polémica", asegura ENCE, a la vez que se muestra "muy optimista" sobre el futuro del proyecto, puesto que no hay "ningún elemento de carácter técnico ni científico que vaya a impedir su desarrollo".